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martes, 17 de mayo de 2016

Sexo descontrolado - silencio de dios +18

Hoy os traigo una segunda historia, ya que al final de la noche me vi reconfortado con lo que había escrito, esa noche, puse mis dedos en el teclado y no pare ni un momento de escribir hasta acabar la historia, me sentía bien conmigo haciéndolo, descubriendo otra manera de usar mi ordenador, a la tarde siguiente me propuse hacer otra historia para hoy y publique en mi Twitter que si podían darme ideas para la siguiente historia, recibí dos ideas, y intentare implementar las dos en un mismo texto, haber que sale, espero que os guste.


Sexo descontrolado - silencio de dios. +18

¿Alguna vez habéis oído hablar de esas personas que sufren de una agonía descontrolada por la necesidad de tener sexo a todas horas?

¿Esas personas que tienen una enfermedad que no son capaces de sentirse saciados y solo quieren conseguirlo?

Una de esas personas es Nelson, un amante de la naturaleza, la vida y el cigarrillo de después.
Nelson no lo tenia difícil para encontrar lo que buscaba, es alto, cuerpo fornido, el pelo largo y con rizos rubios marcados.
Todos los días tenia una cita con alguna chica, buscando saciar sus ganas de sexo, el problema de Nelson era que nunca conseguía saciarse.

- Quizás no son lo suficiente buenas. -Pensaba Nelson
- Quizás necesito que hagan todo lo que yo les diga. -Pensaba convenciéndose a si mismo.

Una tarde Nelson salio del trabajo y se dirigió a su cafetería habitual, donde encontró una camarera nueva, se quedo asombrado al ver su larga melena de color azabache, sus ojos verdes, y su cuerpo marcado por ese traje de camarera que llevaba puesto, en ese momento el con normalidad se sentó en su asiento habitual y pidió su capuchino con doble de azúcar, mientras esperaba vio que la chica miraba atrás, y el pensó que tenia que pasar a la acción.

-Esa chica tiene algo que, uff -Pensaba Nelson bastante excitado.

La camarera le trajo el capuchino doble de azúcar y al marcharse, el la detuvo, y le dijo:

- ¿Donde conseguiste tan cautivadora mirada?
- Al nacer, supongo. -decía mientras sonreía
- ¿puedo invitarte a que te sientes un rato conmigo?
- Lo siento, tengo que seguir trabajando
- ¿Y después del trabajo?
- mmm, bueno vale, ¿a las 7 aquí? (sonriendo)
- Hecho, soy Nelson
- Gabriela.
- Mucho gusto Gabriela. -aclaró mientras sonreía dándole el primer sorbo al café.

Nelson espero en su apartamento impaciente hasta que llegara la hora, le gustaba esa chica, le gustaba mucho, y tenia que tenerla esa misma noche.
Se acercaba la hora cuando Nelson empezó a prepararse para salir elegante a recogerla, se puso su traje de ligar, se dejo el pelo al aire y uso su perfume favorito, con un olor inconfundible de rosas en una mañana de escarcha.

Salio en busca de su coche y se aproximo lo mas que pudo a la puerta de la cafetería, ella estaba allí esperando también su llegada.

- Buenas tardes Gabriela, ¿donde desea ir la señorita? -Dijo Nelson intentando hacerla reír.
- Sorprenda me caballero, ¿donde quieres llevarme? - Pregunto Gabriela siguiéndole el juego.
- Suba y le mostrare.
- Bonito coche, ¿en que trabajas?
- Protejo la naturaleza, es eléctrico.
- ¿Donde me vas a llevar?
- ¿No me dijo que la sorprendiese?

Nelson, iba a tratar de llevarla a un restaurante que solía llevar allí a todos sus ligues, para asegurarse después llevarlas a casa, y tener allí su momento, Pero algo paso en ese momento en su coche.
Gabriela se puso a indagar en su coche buscando algo lo saco y se lo coloco, Nelson vio como un collar pero demasiado grueso, se giro, y le pregunto.

- ¿Que haces?
- Prepararme.
- ¿Para que?
- Nelson, toma - Gabriela hizo que parase el coche y le entrego en su mano una correa, que el otro extremo terminaba en su cuello.
- Llévame a tu casa Nelson y Follame, Follame hasta que no puedas mas.

Nelson sorprendido, no se lo pensó ni un momento giro y fue dirección a su casa.
Gabrilea le entrego una nota que decía.
"A partir de ahora no hablare soy tulla hasta el amanecer, haz conmigo lo que tu quieras, úsame bien"

Extenuado por lo que acababa de leer cogió de la correa y hizo ir mas deprisa a Gabriela hasta llegar a su piso.

Estaréis pensando, que rápido todo, que rápido liga, os aseguro, que ni el mismo se esperaba todo esto.

Al entrar en la habitación Nelson la dejo en la cama mientras el se estaba desnudando muy rápidamente, por su deseo insaciable, pero Gabriela se acerco, asestándole un arañazo en la espalda, y dejándose caer al suelo, con cara de "¿he sido mala?" -miau.
Nelson se dio cuenta enseguida de lo que ella quería, la arrastro de la correa hasta la cama donde la puso y le arranco la falda, de una tirada, y le propino varios azotes, Nelson se sentía raro, porque nunca había hecho nada parecido, y descubrió que le gustaba, le gustaba dominar.

La noche empezó fuerte, Nelson descubrió algo nuevo, ya algo que le estaba gustando muchísimo, comenzó a encadenarla a la cama, después de haberla desnudado, la cogió de los pies y se los separo atando cada uno a un extremo distinto de la cama, entonces, fue a su congelador y se hizo con un hielo, que uso para darle juego al asunto, acaricio con el hielo a Gabriela empezado por la frente, suavemente, bajando poco a poco, pasando por el labio, y a continuación el cuello, en el cuello paro, se acerco y mordió con no mucha brusquedad, ella gemía, le gustaba lo que estaba haciendo, siguió acariciando con el hielo mas abajo en su pecho donde dejo un tiempo el hielo en los pezones de ella dando vueltas lentamente y pellizcandolos de vez en cuando, seguía bajando su ombligo al que besaba se acercaba, poco a poco, Gabriela sentía el frió poco a poco por todo su cuerpo, hasta que Nelson se paro en su "trofeo", dejando caer gota a gota, el agua del hielo en su clítoris, y viendo como mojaba la cama, con lo caliente que estaba.

Gabriela soltaba gemidos sin parar, no podía contenerlos, a ella esto le estaba encantando, y Nelson no paraba, después de acabar con el hielo, Nelson se desnudo, he hizo que ella se incorporase, cogiéndola de la cabeza y acercándosela a su polla, introduciendola en la boca de ella, que sucumbía a hacerlo despacio, ella le hacia la felación, hasta que ella cuando cansada estaba, le propino un pequeño mordisco, sin hacer mucho daño, para que cambiase.
El sobresaltado por el mordisco se levantó y la cambio de postura volviéndola ha encadenar pero esta vez a cuatro patas, y con las manos hacia delante, le daba azotes mientras introducía su polla, en su coño, pero rápido y con presión, como a modo de castigo por el mordisco, y empezó a follársela, muy rápido, y fuerte, durante mucho tiempo, ella gritaba de placer, y el igual, estaban los dos en el cauce que les gustaba "follar fuertemente", y así estuvieron la próxima hora, gimiendo de placer, hasta que los estallaron y se corrían,y con un grito de placer por parte de los dos terminó.

O eso parecía, después de que Nelson la dejara libre se tumbaron y se fumaron el cigarro de después, que a el tanto le gustaba, mientras le citaba unas palabras.

"Si dios existe ¿porque presenta al sexo como pecado si todos lo necesitamos? si dios existe guarda silencio mientras nos excitamos."

Después de estas palabras Gabriela se levanto y empezó a tontear con el diciéndole:

-¿Ya hemos terminado?
- Creía que tu si, ¿no es así?
- Cariño, yo nunca termino.
- Entonces, guarde silencio señor.

Y se llevaron toda la noche, uno tras otro sin parar, insaciables, Dios los crea y ellos se juntan, ¿no dice así el refrán? Si señores, señoras, Nelson, el ninfomano, había encontrado una persona como el, Gabriela otra ninfomana, que mejor para saciar su apetito que otra persona como una misma.

Todos los días todas las noches, a todas horas que podían, follaban como locos, sin ningún control, solo paraban para desayunar, comer, ducharse y trabajar, y algunas veces hasta en el descanso del trabajo, y así vivieron durante mucho tiempo, Nelson y Gabriela, Hasta que sus huesos aguanten.





Bueno espero que esta historia, os guste, la verdad es que, para no escribir nunca, ahora estoy bastante entusiasmado, si podéis por favor aportad algo, comentarios, alguna idea para una historia, si queréis enviarme sueños o algo así para plasmarlos en una historia, me gustaría mucho contar con ello, pero lo que mas me gustaría seria que dieseis una sincera opinión, de lo que esta pasando ahora en mi blog, si os gustan estas historias, si queréis mas y todo eso, así me animaría mucho, bueno no me enrollo mas y me despido, Un Abriiiiizo!!


lunes, 16 de mayo de 2016

Una historia triste.

UNA HISTORIA TRISTE

Mientras pensaba en mi habitación me dije a mi mismo, algo poco habitual:

- ¿Por qué no hago algo distinto?
!Escribiré algo¡

Es algo a lo que no estoy habituado, por ello agradecería que no se tuviera demasiado en cuenta mi mala expresión u ortografía, y... quien sabe, quizás hasta os haga llorar Jajaja.


- "Mi historia" -

Esta historia orbita alrededor de una chica, la cual, enamoró intensamente a un chico.

Fue de tal intensidad los sentimientos del chico que no pudo evitar reservar toda su atención, su valioso tiempo, llegando al extremo de volver el resto de su mundo invisible, incluyéndose a sí mismo.

Al igual que esta historia, el mundo perceptible de este chico orbitaba alrededor de esta chica, la chica componía toda la realidad, la parte visible del mundo para este chico.

El transcurrir de los años junto a la chica volvió emocionalmente dependiente al chico hasta el punto de hacerle olvidarse de si mismo provocando cambios en su carácter.

El chico sólo realizaba actividades por y para ella pero no era suficiente para hacerse notar, parecía que la chica no se percataba en absoluto.
En consecuencia de volcarse completamente en su amada, el resto de relaciones sociales y familiares pasaron al mundo invisible, pero sabemos que si no cuidamos de algo, poco a poco se deteriora, algo así le estaba ocurriendo a ese mundo invisible pero, evidentemente, al ser invisible, él no podía verlo.
Al estar él mismo dentro de ese mundo invisible en proceso de deterioro, a pesar de no poder verlo podía sentirlo, sentía como se deterioraba a sí mismo y en respuesta trató de hacer algo al respecto.

Cuando pudo visualizar como un flash el estado de su mundo invisible, al poder contemplarlo por un instante pudo darse cuenta que todo se desmoronaba, estaba atrapado en un estado de miseria emocional de la cual no veía salida.

Parecía que lo poco que seguía en pie dependía de un pilar maestro, un pilar que se vió violentamente embestido con la llegada de una amarga carta, una carta de su amada dirigida directamente a su corazón.

Su corazón resistió tales golpes de forma similar a un caballero con armadura aguantando en pie a lo largo de una batalla condenada a la derrota.

Ella le comunicaba en la carta que ya no era nada igual pero el estoque que le atravesó la armadura fue el leer la triste noticia de que él no seguía siendo ese chico especial del cual ella se enamoró, ese chico felíz, decidido, que trataba de hacer lo posible en cada situación, no, ya no.

De él sólo quedaba desmotivación por todo, con la mirada perdida al suelo, sin interés por la programación de la televisión o su teléfono móvil.

El golpe final que abatió al caballero transcurrió en una tarde gris en la cual, su amada le comunicaba que la inestable relación entre ellos llegaba a su amargo y doloroso fin.

El chico perdió la única porción de su mundo perceptible, sólo le quedaba el resto pero por desgracia todo eso seguía invisible, por tanto se vió sorprendido en el vacío, no veía nada, ningún lugar hacia donde ir, tan sólo se sentía a si mismo pero no era a través de agradables emociones ni mucho menos, todo lo contrario.

El chico se aferraba a la esperanza de que algún día ella le llamaría y podría escuchar su voz una vez más para así poder entregarle un "perdón" pero él sabía que era tarde para eso, no era suficiente para ella.

La chica lo que deseaba es que él la tratara como al comienzo, preguntando por ella, permaneciendo a su lado como un apoyo indispensable e infalible.

El chico trató una y otra vez enmendar el haber errado pero fue inútil, no pudo salvarse tratando de nadar hasta aquella isla que se alejaba y sólo dejaba un mundo vacío.

La corriente que le alejaba eran los miedos, inseguridades y preocupaciones de la chica, ella no quería volver a caer en esa frustrante rutina.

El chico agotado acabó decidiendo dejarla ir pero tratando de mantener un mínimo de contacto, al menos mientras ella siga siendo parte del aire que respira.

La esperanza es lo último que se pierde, por eso el chico seguía aferrado a la misma, pero el tiempo pasa y ella no está aún de regreso.

El tiempo le cerró un poco las heridas y pudo darse cuenta de que era un caballero caído pero no muerto, no podía permitirse el lujo de permanecer tirado en el suelo, comprendió que debía levantarse y aprender de sus errores para volverse más fuerte, más diestro, con una costosa sonrisa en su cara.

Se concienció de que no podía seguir en el vacío, tenía que volver visible su mundo y que mejor que empezar por uno mismo.

Decidió partir por el camino de conocerse a si mismo con una frase que le encantaba, "Tú molas, tú mandas".

El chico arregló su armadura pero la gente no sabe que debajo de esta el chico sigue herido, cicatrizando.

El chico anhela los ánimos de su amada, lo único que él siente necesitar su corazón, pero... se ve obligado a conformarse con verla distante con frías conversaciones como "Hola, ¿Qué tal?" y poco más.

Un chico busca el amor de una chica, es algo que le hace feliz, y este chico, como prometió una vez, no se separará de ella, seguirá en su vida, lo crea ella o no. "Hasta que la muerte nos separe".

El regreso de su amada sería suficiente motivo por el cual no dejar nunca de sonreír.

"Un chico ama, un chico es fuerte
  Un chico espera hasta desvanecerse"